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L'Ecole Une #76

EL PASE DE LA ESCUELA

par Lucia D’Angelo

Quiero contribuir al debate sobre la Escuela Una y el Pase que he seguido con interés a partir de las últimas semanas en el JJ y con el cual me siento absolutamente concernida. Lo hago, en efecto, en nombre propio, hasta donde mi nombre, en lo que atañe a la Escuela y al Campo freudiano, me pertenece y más allá y más aquí de las funciones institucionales que represento, actualmente como Presidenta de la ELP.

Decidí presentar mi candidatura a la presidencia de la ELP, horas después de la mesa de los AEs de la AMP, en la apertura del último Congreso de la AMP en Buenos Aires. Interpreté que un cambio de rumbo tocaba el resorte del pase que convenía a mi deseo y para el conjunto de las Escuelas de la AMP. Tenía en cuenta, que al asumir la Presidencia de la ELP, me confrontaba, como los anteriores colegas que me precedieron en la tarea, al reto de hacer la Escuela – Una teniendo en cuenta lo múltiple y lo diverso, de paisajes y de lenguas, tal como se conforma la ELP en las ocho comunidades que la componen, a lo largo del territorio español.

Desde el análisis político, la complejidad del Estado español, no es ajeno al significante de autonomía.

En cuanto a la política de la Escuela, intentando encontrar la vía de transformar esta particularidad estructural de la ELP, precisamente para que una comunidad de trabajo localizada, no se transforme en una autonomía; para que la Escuela, sea Una en lo múltiple español, en el horizonte del pase, en el discurso de candidatura a la Presidencia, me encontré diciendo que más que la Escuela del Pase, se trataba del Pase de la Escuela, ella misma, en el horizonte de la Escuela Una.

Me hago cargo, ahora, de las consecuencias de mi enunciado. Es por ello, que en todo debate sobre el pase me siento absolutamente concernida. No sólo en el debate de la ECF, publicado por el Journal, sino en la apertura de este debate que toca el corazón mismo de lo deslocalizado, lo más éxtimo de la Escuela, tanto más cuanto se trata directamente del dispositivo del pase de la FEEP/ELP.

Como algunos saben, mi relación con el Campo freudiano, data desde hace más de 25 años. Por esta razón, me siento parte de la historia de la Escuela en España, de la creación de la EEP y de la instauración del dispositivo del pase para España y de la Escuela Una. No solo por las responsabilidades institucionales que he asumido en esta historia, crisis incluidas.

Me siento parte, en acto. Porque mi nominación como AE se produjo en 1997, junto con otros españoles, hace casi 13 años, precisamente por los primeros carteles del Pase en la EEP, formados en aquella época por los AEs de la ECF, tal como ha sido recordado recientemente en el JJ.

En esta experiencia inaugural de la Escuela, en efecto, y tal como también ha sido mencionado, hice mis entrevistas con pasadores bilingües en España, ellos testimoniaron ante el cartel en francés, en Francia y mi primer testimonio como AE en francés, junto con otros nominados de otras escuelas, lo hice en Bruxelles [el Pase y lo Real] con la voz de Pierre Naveau. Nunca pude dilucidar si me conmovió mi propio testimonio porque lo escuché en otra lengua o por la firme convicción con la que Pierre leyó el texto.

Ejercí mi función como AE desde 1997 al 2000. No está de más recordar que algunos de mis colegas que fueron nombrados por esa experiencia inaugural del dispositivo del paso, renunciaron a la Escuela en 1998. Así, como, miembros del Cartel del Pase de la EEP, del que fui más Uno por esa época, tal como recordaba M. H. Brousse, recientemente. El cartel se reunía en Paris, los pasadores eran españoles, y el dispositivo ya incluía, la función del Éxtimo, para confirmar las nominaciones que se produjeron.

Desde entonces, y con la excepción del período 2003-2005, siempre he comprometido mi tarea en el dispositivo del pase de la Escuela, EEP o FEEP/ELP, como Secretariado, como más Uno, como miembro del Cartel, tanto en el período de la entrada por el pase, como en el pase conclusivo.

He escuchado a pasantes, pasadores o miembros del cartel, en francés, en italiano, en español. Los carteles se han reunido en España, en Francia, en Italia y creo recordar que en Bruxelles. En este período de mi experiencia, se han nominado AEs que provenían de la EOL, de la ELP, de la SLP. Pero lo más preciado de esas nominaciones ha sido, que todos, fueran AEs de la AMP sin que ninguna escuela se atribuyera su pertenencia.

Siempre he considerado que esta deslocalización del dispositivo y la diversidad de lenguas que se juegan en el pase, hacen precisamente, a la verdadera transmisión del pase del pasante, precisamente en el horizonte de la Escuela Una.

Debo decir, que no se me había ocurrido pensar que el dispositivo del pase de la FEEP/ELP europeo o hispano-hablante como dispositivo institucional fuera un handicap en lo relativo al pase. Por el contrario, siempre he creído que como tal, alojaba y encarnaba, más allá del lugar de procedencia o de la lengua del pasante, algo de lalangue del pase mismo.

En todo caso, en esta primera aportación al debate, creo que sería muy difícil de entender para mi toda reivindicación de carteles del pase ¿nacionales?, tanto menos, ¿autónomos? ¿de quién? . Quizás no entienda los términos de la cuestión, pero si por allí va el debate, no dudaré en contribuir a él.

Quizás, en el après-coup, pueda interpretar ahora que lo que llamé en su momento el Pase de la Escuela, es porque sin saberlo mi deseo daba la bienvenida anticipadamente a la Escuela Una al debate. – Barcelona, 21 de diciembre de 2009